LA FELICIDAD
La felicidad es un estado anímico de plenitud existencial donde se valora la vida como algo positivo y digno de ser vivido. Es alcanzar las metas propuestas, y disfrutarlas, no percibiendo la falta de logros como frustraciones, sino como desafíos. Una persona feliz sonríe, disfruta, goza, como un sentimiento permanente, a diferencia de la alegría que es un estado pasajero. Cómo hallar la felicidad dependerá de cada uno de nosotros, ya que lo que hace feliz a alguien puede no representar la felicidad para otro.
Disponible en: http://deconceptos.com/ciencias-sociales/felicidad
De todas formas, el concepto de felicidad es subjetivo y relativo. No existe un índice de felicidad o una categoría que haya que alcanzar para que alguien se considere como una persona feliz.
Desde un punto de vista biológico, la felicidad es el resultado de una actividad neural fluida, donde los factores internos y externos estimulan el sistema límbico.
Muchos son los estudios y las ramas científicas que se han centrado en analizar en
prpfundidadel concepto de felicidad y es que la misma es el objetivo que todas las personas buscamos a lo largo de nuestra vida. En concreto, nos topamos con el hecho de que tanto la filosofía como la antropología, la sociología o la psicología tienen como elemento de trabajo a aquella.
Así mientras que la Antropología lo que hace es investigar cómo las distintas culturas han conocido que la felicidad es una cosa y no otra, la sociología estudia lo que son los factores sociales que contribuyen no sólo a lo que cada individuo considere como tal sino también a lograr la misma.
El ser humano suele sentir felicidad cuando alcanza sus objetivos y cuando logra solucionar los distintos retos que se enfrenta en su vida cotidiana. En los casos en que esto no se logra, se produce la frustración que lleva a la pérdida de la felicidad.
La felicidad surge cuando deja de intervenir lo viejo -la memoria, el pensamiento- y uno deja que surja el momento presente con todo su esplendor.
La felicidad surge del ser consciente y del obrar apropiadamente en la vida cotidiana. La felicidad no puede buscarse, porque con el mismo “buscar” aparece el ego... y jamás se ha oído decir que alguien egoísta pueda haber sido feliz, al menos en los niveles que la vida otorga a quienes permiten disolver el “yo”.
En un nivel más elemental, la felicidad es una llamada universal de todo ser humano. Casi todo ser humano quiere por encima de todo alcanzar la felicidad, pero realmente pocos la consiguen. Da la impresión de que la felicidad no es de este mundo, como si fuera algo fugaz que circula a nuestro alrededor, pero que nunca llegará a invadirnos interiormente.
Disponible en: http://www.proyectopv.org/2-verdad/queeslafelicpsiq.htm
TIPOS DE FELICIDAD
Los creadores de la Psicología Positiva comenzaron por realizar una exhaustiva revisión de las grandes obras filosóficas, antropológicas, históricas, religiosas y literarias tanto de Occidente como de Oriente. Entre muchos otros textos, estudiaron el Código Samurai, la Biblia, los escritos de Confucio, de Aristóteles, Epicúreo, Tomás de Aquino, etc. Posteriormente, el análisis de los resultados del cuestionario que elaboraron para delimitar cuáles eran los principales factores asociados a la sensación de felicidad, los lleva a concluir que existirían tres tipos de felicidad o tres caminos para llegar a una felicidad más real o profunda.
1.- Vida Placentera (Emociones Positivas): es el nivel más superficial de felicidad y el de más corta duración. Se remonta a los epicúreos y se refiere al bienestar producto del disfrutar de la comida, del sexo, de la bebida o de una buena película, como explica Seligman. Se trata de aprender a gozar de los placeres de la vida y desarrollar métodos para disfrutarlos mejor (compartirlos con los demás, describirlos, recordarlos y usar técnicas de meditación para estar más conscientes de ellos). Pero, el autor critica este tipo de "felicidad", que él identifica con el estilo de vida hollywoodense o con las campañas publicitarias, donde las personas sonríen ante las cámaras, pero luego consumen pastillas para dormir o bajar la angustia.
2.- La Buena Vida o (Involucrarse Comprometidamente): nivel intermedio de felicidad que se refiere a lo que Aristóteles llamaba eudaimonia, que ahora se denomina estado de flujo. Se trata de la felicidad que surge cuando disfrutamos haciendo algo en lo que sentimos que somos buenos. Para alcanzarla, es necesario identificar cuales son nuestras habilidades o talentos y encontrar dónde usarlos de una manera comprometida, reconstruyendo la propia vida de forma tal de involucrarse en una actividad que le facilite el ponerlos en práctica frecuentemente. Así se logra no sólo un gozo transitorio, sino la sensación de que el tiempo se ha detenido al estar tan absortos en lo que hacemos. Según Seligman, la Buena Vida no es esa vida pesada de pensar y sentir, sino de sentirse en armonía con la música vital. En sus propias palabras: mi perro lo podría resumir así -corro y persigo ardillas, luego existo.
3.- La Vida con Sentido o Significado: estadio superior de felicidad y la más duradera. Se trata de poner las habilidades y virtudes al servicio de alguna causa que se sienta más grande y más allá de uno mismo. Es más que pasarlo bien o estar narcisistamente satisfechos con lo que hacemos bien; se refiere a encontrar aquello que realmente nos motiva en la vida como para desear aportar algo al mundo (una misión, como diría Maslow). Para ello tenemos que identificar nuestras creencias y valores, para después poner nuestras fuerzas al servicio de algo que esté afuera de nosotros mismos. El sentido de vida no se encuentra mirándonos el ombligo, sino que nuestra vida adquiere significado en relación con lo que nos rodea. Cabe aclarar que, aquello que nos produce sentimientos positivos más profundos no es la satisfacción de nuestros deseos ni los logros, sino que lo que nos gratifica es el proceso.
Por todo lo anterior, para acercarnos a esta felicidad superior, es necesario que desarrollemos aquellas virtudes que la Psicología Positiva encontró como propias del ser humano en cualquiera época y cultura: templanza, humanidad, sabiduría, justicia, valentía y sentido de trascendencia. Se entiende por felicidad, entonces, el conjunto de estos tres componentes: placer sensorial, actividad satisfactoria y sentido de vida. Aquél ser humano que se ha orientado, paralelamente, tras la búsqueda de estos tres aspectos y que está abierto a gozar la vida de estas tres formas, está más inclinado a sentirse feliz. Aunque Jung nos advertiría que, en la primera mitad de la vida, es muy difícil que se llegue a la Vida con Sentido.
Disponible en: http://manuelgross.bligoo.com/content/view/516723/Psicologia-Positiva-Tipos-de-Felicidad.html
COMPONENTES QUÍMICOS QUE PROVOCAN FELICIDAD
El cerebro tiene una química asombrosa, capaz de producir sustancias químicas que provocan que la persona eleve su autoestima, experimente sensación de euforia, se sienta animada, alegre y vigorosa, sin necesidad de fumar, tomar o inyectarse “algo”.
En la lista siguiente encontrarás algunas drogas que el cerebro produce y las cuales están relacionadas con lo mismos efectos que producen las drogas externas.
OXCITOCINA: es una hormona que estimula la sexualidad, capaz de crear alegría y euforia en el individuo.
DOPAMINA: encargada de la creatividad y la fantasía, elimina las fronteras entre el genio y la locura. Da posibilidad a los movimientos armoniosos y refinados y estimula y acelera la inteligencia y la actitud comprensiva. Esta es la droga de los artistas, músicos, dibujantes, pintores, bailarines, etcétera.
ENDORFINA: esta droga actúa como analgésico del dolor; son un elixir para el optimismo y la alegría, es la que provoca los sentimientos de satisfacción e ingratitud en el individuo.
SEROTONINA: esta hormona se encarga del equilibrio interno y la tranquilidad; es el elixir de la esperanza, la fe, la expectativa de lo grandioso. Provoca motivación, optimismo, valoración; sin embargo, esta hormona también puede causar los efectos contrarios a los mencionados.
HORMONAS DE LA GLÁNDULA PINEAL: influyentes en el estado de ánimo e iniciativa, promueven los estados de liderazgo y la ambición de crecimiento en todo sentido.
¿Cómo puede uno estimular dichas drogas en el cerebro?
La respuesta es muy sencilla: con un pensamiento enfocado que sea equivalente a las emociones que uno quiere provocarse. Por ejemplo, si quieres obtener felicidad, deberás tener la fortaleza de tener un pensamiento plenamente enfocado es dicha actitud. Poco a poco tu cerebro comenzará a generar la química necesaria elaborar dicha droga.
La alegría o los estados anímicos de plenitud, gozo y libertad, no son algo vago y caprichoso, sino la consecuencia de un flujo correcto de sustancias químicas que proporcionan al ser humano su equilibrio físico y mental.
A medida que seas más fuerte de mente, menos sustancias externas necesitarásno sólo para ser feliz, sino para curarte y mitigar dolores y realizarte en todo sentido.
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